NOS IDENTIFICAMOS CON EL AMOR

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sábado, 30 de abril de 2011

LOS RIESGOS EN LA ADOLESCENCIA

ASUMIENDO RIESGOS
Es el momento de aprendizaje sobre su entorno y les permite encontrar su lugar en éste.
En la etapa que se encuentran los jóvenes se presentan las primeras experiencias con la bebida, con drogas o el fumar generalmente tiene lugar en compañía de otros jóvenes, para ellos esto se considera lo normal y necesario para poder aprender.
La posibilidad del uso de drogas debe ser revisado al observar cambios repentinos y graves en la conducta como: trastornos del carácter; cambios repentinos en la alimentación; trastornos de sueño; dificultad para cumplir sus responsabilidades sociales y personales; problemas escolares repentinos, etc.

Entre los problemas a que se enfrenta el adolescente están los emocionales, se considera que 4 de cada 10 en algún momento se sienten tristes y llegan a llorar y han deseado alejarse de todo y de todos, esto se puede considerar una leve depresión, en algunos de los casos llega a agravarse e incluso deriva en conductas suicidas. De forma obvia, pueden aparecer fobias y ataques de pánico.
Los estudios recientes han demostrado que los problemas emocionales del adolescente no suelen ser reconocidos ni siquiera por sus familiares o amigos.
Otros de los problemas a que se enfrentan los adolescentes son los relacionados con los cambios físicos; los cuales son preocupantes para ellos, especialmente para los que son tímidos. En el otro extremo, las preocupaciones se presentan en forma de presunción excesiva sobre su capacidad sexual y sobre sus experiencias.
En México actualmente los jóvenes tienen su primera experiencia sexual a los 13 o 14 años. Los riesgos más graves para ellos son el VPH y el SIDA y en tercer lugar los embarazos no deseados.
La practica sexual y las relaciones de riesgo repetitivas sin protección son síntoma de problemas emocionales. Reflejan un estilo de vida al límite; los adolescentes que asumen estos riesgos tienden a asumirlos en otras facetas de la vida.

También existen problemas conductuales; los adolescentes y sus familias suelen quejarse cada uno de la conducta del otro.  La experiencia sugiere que los adolescentes tienen una mayor probabilidad de tener problemas si sus padres no saben dónde están. Se requieren los acuerdos de tipo familiar y es necesario que los padres pregunten sobre lo que están viviendo y como se sienten los adolescentes. Es de mucha importancia que los adolescentes no se sientan juzgados por sus padres, ya que eso interrumpe la comunicación efectiva con ellos.

Los que van a la escuela y presentan problemas de rendimiento, son generalmente infelices en casa y se sienten frustrados. Suelen pasar su tiempo con otros que se sienten del mismo modo. Este es el "Principio de agrupamiento"entre los jóvenes.

El sobrepeso es una causa frecuente de infelicidad, aunado al problema de imagen y baja estima que se produce por la obesidad. Cada día es mas frecuente encontrar jóvenes con desordenes alimenticios.

En la adolescencia no son del todo recomendables las dietas, ya que el adolescente tiene prisa por el cambio y además es impulsivo por el proceso hormonal en que se encuentra, lo cual agrava la situación. Es mucho mas útil para ellos introducirlos en lo que será un estilo de vida.

Los abusos sexuales, físicos y emocionales pueden tener lugar en la adolescencia y pueden dar lugar a muchos de los problemas mencionados con anterioridad.  
Los jóvenes pasarán por una etapa de confusión e infelicidad que les permite experimentar los cambios necesarios para adaptarse a una nueva forma de vivir y relacionarse con su medio ambiente.

Un factor de ayuda para el adolescente es que los padres estén de acuerdo entre sí sobre como están manejando las cosas y apoyarse el uno al otro  

Las normas en casa deben ser claras y se deben ser sensible a lo que se puede negociar o no, esto permite que todos en la familia sepan en qué situación se encuentran, y deben ser aplicadas con justicia y de forma consistente.

Los jóvenes sólo recurrirán a sus padres si saben que éstos no los critican, sermonean o menosprecian. Esto es algo que confunde mucho a los padres, los cuales se sienten con los atributos para “educar” y se olvida fácilmente que la crítica no educa. Escucharlos es lo fundamental.  

Los que se sienten confundidos o alterados emocionalmente por períodos de tiempo de mas de 2 meses - depresión persistente, ansiedad, problemas con la alimentación o conductas difíciles - generalmente precisan de ayuda extra. Es necesario recurrir a un profesional de la salud, reconociendo que hay cosas que no son atendibles con un consejo familiar.

De manera general podemos afirmar que cada adolescente es un individuo, con personalidad única y con intereses propios, con sus gustos y disgustos.
ROCCA GIRON DJHANYRA J.

LA SEXUALIDAD Y LA ADOLESCENCIA

SEXUALIDAD ADOLESCENTE.

Es más fácil determinar cuando empieza la adolescencia que cuando termina los cambios en las proporciones del cuerpo y en el logro de la madurez sexual. En nuestra cultura, la adolescencia es la etapa intermedia entre la niñez y la adultez.
   
En la mujer desarrolla redondez y fuerza de las caderas por aumento de tejido adiposo y ensanchamiento de éstas, acompañado de un total desarrollo de los senos o mamas; además, existe un aumento en su capacidad de fertilidad.  

En el hombre se genera el ensanchamiento de los hombros, que hacen ver las caderas más estrechas y un aumento del desarrollo de la musculatura que permite el desarrollo de aptitudes motoras gruesas.  

Sexualmente se considera que la mujer presenta madurez por el comienzo de la menstruación, y en los hombres por la producción de semen; aunque el concepto de madurez es sólo biológico.
En los hombres aparece el vello facial, corporal y púbico, mientras que la voz se hace más grave. En las mujeres aparece el vello corporal y púbico, los senos aumentan y las caderas se ensanchan.
DESARROLLO SOCIAL

El objetivo social del adolescente es la evolución desde una persona dependiente hasta otra independiente, cuya identidad le permita relacionarse con otros de un modo autónomo.

Las amistades cumplen en esta etapa variadas funciones, como el desarrollo de las habilidades sociales, como ayuda para enfrentar las crisis y los sentimientos comunes, ayuda a la definición de la autoestima y status.
 ROCCA GIRON DJHANYRA J.

LA ADOLESCENCIA EN EL PERU

Los adolescentes y jóvenes (10 a 24 años de edad) constituyen alrededor del 30% de la población nacional en el Perú. Este grupo poblacional ha crecido de manera dramática en las zonas más pobres del país. En efecto, en el periodo 1993-2005 los departamentos de Loreto, Ucayali y Madre de Dios en la selva, y los departamentos de Apurimac, Huancavelica y Ayacucho en el Trapecio Andino, registran los índices más altos de crecimiento de la población en edades jóvenes.
“Hay más rostros jóvenes entre los pobres. Si no tomamos en cuenta sus particularidades, las decisiones para afrontar la pobreza pueden no dar resultados óptimos. En temas como la promoción del empleo o la salud ese dato es muy relevante”, señaló Jairo Palacio, Representante del UNFPA en el Perú (2007).

Los jóvenes: una oportunidad histórica para el país

Sin embargo, el Informe muestra no sólo los problemas de adolescentes y jóvenes, sino también que llama la atención sobre las oportunidades y las ganancias que nos reportaría el invertir atendiendo sus necesidades. En efecto, según los investigadores delMINSA y el UNFPA, dadas las tendencias y escenarios poblacionales del Perú, si no se invierte hoy mismo en los jóvenes y adolescentes, se estará perdiendo una coyuntura propicia en los próximos años.
El estudio también presenta experiencias que demuestran los notables beneficios, económicos y sociales, monetarios y no monetarios, de la inversión en estos grupos de edad.
Resumen
  • La pobreza en adolescentes de 10 a 14 alcanza el 62%, superior a la del país (52%).
  • En las zonas más pobres del Perú (trapecio y centro andino y selva), la población adolescente y joven se ha incrementado en mayor proporción que en el resto del país;
  • Los jóvenes y adolescentes constituyen alrededor del 30% de la población del Perú, promedio que es mayor en departamentos más pobres;
  • En algunos departamentos de la selva (Amazonas, Ucayali) el porcentaje de mujeres jóvenes sin DNI supera el 20%; y entre los menores de 18 los niños y adolescentes carecen de partida de nacimiento en un orden cercano al 10%;
  • Invertir en la salud reproductiva de este grupo poblacional es fundamental para la lucha contra la pobreza y aprovechar las oportunidades del país, como el bono demográfico;
  • Invertir en salud reproductiva disminuye los embarazos precoces y no deseados, el VIH SIDA, la violencia sexual y familiar, el subempleo y mano de obra no calificada;
  • Los efectos de esa problemática recaen no sólo sobre los adolescentes y jóvenes, sino también sobre sus familias y comunidades, tornándolas más pobres;
  • La tasa de embarazos en adolescentes ha descendido menos que en los otros grupos poblacionales;
  • El embarazo adolescente, si bien ha descendido a nivel nacional, se ha incrementado en la zona de selva: del 26% al 29%. Es decir, casi 1 de cada 3 mujeres de la selva ya son madres o están embarazadas antes de alcanzar los 20 años;
  • El embarazo adolescente tiene efectos en la transmisión intergeneracional de la pobreza;
  • Existen documentadas intervenciones con alto costo-beneficio en salud reproductiva y para enfrentar otros problemas de salud, con elevadas tasas de retorno.
ROCCA GIRON DJHANYRA J.

EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA

Se lo define como: "el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la menarca, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen".
    La "tasa de fecundidad adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero en forma menos marcada que la "tasa de fecundidad general (TFG)", condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes sobre el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%; en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce en 120.000 nacidos vivos de mujeres menores de 20 años.
    La fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre clases sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un fenómeno transitorio porque, de mejorarse las condiciones, ella podría descender.
    Para otros investigadores, la disminución de las tasas de fecundidad adolescente está cada vez más lejos, ya que el deterioro de las condiciones socioeconómicas globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría de los países realicen mayores inversiones en sus sistemas educacionales y de salud, para alcanzar la cobertura que el problema demanda.
    EE.UU es el país industrializado con mayor tasa de embarazadas adolescentes, con una tasa estable del 11,1% en la década de los ´80.
    Canadá, España, Francia, Reino Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos en adolescentes, coincidiendo con el aumento en el uso de los contraceptivos.
    En España, en 1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del 7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el 21,72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000 mujeres y al 11 en 1991. Los últimos datos hablan de un 35,49/1000 mujeres en 1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al 30,81 en 1996.
    Según el Ministerio de Sanidad y Consumo español, el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15 años, han mantenido relaciones sexuales alguna vez, lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta, además de los nacimientos de madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los más de 6.000 abortos ocurridos en mujeres entre los 14 y 19 años por lo que, el supuesto descenso de la tasa de embarazadas adolescentes, no lo fue tanto.
    En España, a partir de los años ´80, se ha registrado un incremento en el uso de contraceptivos y preservativos comercializándose, en 1993, unos 40 millones de preservativos, equivalente a la media más alta de los países de la Comunidad Europea (3,5 preservativos por habitante). Actualmente es imposible conocer el número de adolescentes que abortan. Sólo 2/3 de los embarazos de adolescentes llegan al nacimiento de un hijo; de los nacidos, un 4% son dados en adopción y un 50% permanecen en hogar de madre soltera. Un 8% de las adolescentes embarazadas abortan y un 33% permanece soltera durante el embarazo.
    En nuestro país no es esa la tendencia, con una mayoría importante que se mantiene soltera, en la que prevalece la "unión estable", aunque la incidencia del aborto en las adolescentes no ofrezca credibilidad razonable por el importante subregistro que podría llegar a un aborto registrado por otro no registrado.
    Ya se dijo que la proporción de jóvenes que han iniciado relaciones sexuales va en aumento y que la edad de inicio está disminuyendo, pero la capacidad para evitar el embarazo no acompaña a este comportamiento.
    En Buenos Aires, en una encuesta realizada a una población estudiantil en 1995, se observó que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales, fue de 14,9 años para varones y 15,7 años para mujeres, variando la proporción según el tipo de escuela a la que asistían (religiosa, laica, laica de sectores populares). El 95% de los adolescentes de la encuesta manifestó tener información sobre cómo evitar el embarazo. Un 70% de los que mantenían relaciones sexuales utilizaban algún método efectivo para evitar el embarazo en la primera relación, disminuyendo ese porcentaje en las siguientes relaciones, siendo el preservativo el método más utilizado. Además, el consenso social sobre la maternidad adolescente se ha ido modificando con los años y los cambios sociales que los acompañan.
    El embarazo en las adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios sectores sociales desde hacen ya unos 30 años. Para la salud, por la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias del aborto. En lo psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la adolescente y sus familiares.
    Cuando la adolescente se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta decidirse por uno, aparece siempre el aborto a veces como un supuesto más teórico que real.
    En 1985, en EE.UU, el aborto alcanzó el 42%; los matrimonios disminuyeron del 51% al 36%. Hoy, la tendencia es de un aumento de los abortos y disminución de matrimonios, aunque no siempre las decisiones de las adolescentes son conocidas (abortos o adopción).
    En España, la cifra del 12% de abortos en general es baja pero la interrupción del embarazo en jóvenes es de las más altas. Los nacimientos en adolescentes descendieron en un 32% en los últimos 4 años, pero los embarazos sólo disminuyeron en un 18%. La diferencia entre las tasas está dada por los abortos.
    Salvo que el tener un hijo forme parte de un proyecto de vida de una pareja de adolescentes, el embarazo en ellos es considerado como una situación problemática por los sectores involucrados pero, si se considera al embarazo en la adolescente como un "problema", ello limita su análisis. En todo caso, esta "problematización" se aplicaría a algunas subculturas o a algunos estratos sociales, pero no a todos los embarazos en adolescentes. Además, el considerarlo un "proble-ma", exige aplicar terapéuticas que aporten soluciones sin permitir implementar acciones preventivas adecuadas. Por ello es conveniente encuadrarlo dentro del marco de la "salud integral del adolescente". Esto permite abarcar todos los embarazos que ocurran a esta edad; adecuar las acciones preventivas dentro de la promoción de la salud; brindar asistencia integral a cada madre adolescente, a sus hijos y parejas y aportar elementos para el desarrollo de las potencialidades de los adolescentes.
    Por todo ello, el embarazo en adolescentes necesita un abordaje integral biopsicosocial por un equipo interdisciplinario capacitado en la atención de adolescentes y en este aspecto específico de la maternidad – paternidad. 

ROCCA GIRON DJHANYRA J.

EL ADOLESCENTE EN LA FAMILIA

La familia es la institución social que recibe al ser humano desde su nacimiento y del cual emerge más tarde la adolescencia constituyéndose en la fuente de sus relaciones más duraderas y su primer sustento económico. La familia tiene el poder de producir más recursos para lograr cambios en los adolescentes en ella aprenden valores, principios, normas y costumbres que le afectaran por toda la vida a los adolescentes.
Las y los adolescentes son sumamente vulnerables a los cambios que se dan en la estructura familiar como son enfermedades, crisis de la mediana edad, divorcios, etc.
Toda familia donde sé este viviendo con un o una adolescente podría ser considerada como una familia en crisis, ya sea por la presión que puedan imponer en la familia o por el conflicto inter-generacional que en ella suceda esto es así porque mientras los adolescentes viven su crisis adolescente los padres enfrentan la crisis de la edad media con lo que implica la tercera edad.
Cada uno de estos períodos de la vida supone una revisión personal, de colaboración de la propia identidad y del planeamiento del futuro.
Tenemos pues que mientras los padres hacen un reconocimiento de la brevedad o cortedad del tiempo el adolescente debe prepararse para un futuro abierto donde el tiempo es ilimitado.
Si los adultos y los adolescente no son capaces de entenderse y de acomodarse unos a otros puedo entonces quedar atrapado en el conflicto.
Muchas veces los adultos hacen imposición de tareas a los adolescentes y crean conflictos que luego no saben manejar y tienen que ir en busca de ayuda.
Muchos padres tratan de retrasar el desarrollo de sus hij@ adolescente o por el contrario le exigen comportamiento de adultos. De esta manera algunos padres de familia en la transición de la vida media pueden encontrar que el tiempo progresa demasiado rápido mientras que el joven percibe el tiempo moviéndose demasiado lento.
Existen 4 patrones de distorsión del tiempo maduracional que pueden ocurrir en una familia con adolescentes los cuales son:
-Aquel que se presenta cuando los padres intentan retardar el ciclo de vida de sus hijos, mientras que el adolescente intenta acelerar su propio proceso.
-Una familia donde ambos padres, hijos e hijas adolescentes consiste en retardar el proceso maduracional.
-Padres e hijos intentan acelerar sus ciclos de vidas y terminan demasiado rápido con las tareas y la naturaleza de los lazo interpersonales propios de la familia nuclear.
-Los padres intentan acelerar los eventos propios del ciclo de vida y los hijos muy ansiosos a cerca de la independencia y separación intentan retardar su propio crecimiento y desarrollo.
El primer patrón es muy común en nuestras familias donde nos encontramos con jóvenes adolescente que se comportan como si tuvieran más edad, regresando tarde a la casa, teniendo relaciones afectivas con jóvenes de mayor edad, si analizamos la familia de estos jóvenes veremos que usan frecuentemente el recuerdo de cuando su hijo o hija eran pequeños como el más feliz de la vida y tiene expresiones como estas “que maravilloso era antes y como ha cambiado”. Las reglas que estos padres ponen a sus hijos son más adecuadas para un niño pequeño que para un adolescente.
El segundo patrón en las familias ser presenta una adecuada individuación y separación del joven no es posible, ya que existe un acuerdo taxito aunque encubierto de ambas partes. Ambos se sienten muy confortables en esta relación.
El tercer patrón parece ver un acuerdo de ambas partes para los hijos establecer tareas propias de la maternidad o paternidad, por un lado los padres aceleran el tiempo de maduración de sus hijos y los hijo desean dejar el hogar logrando su independencia.
El cuarto caso, es cuando los padres aceleran el proceso para alcanzar ciertos roles maduracionales de parte de sus hijos y los hijos parecen estar no listos y adoptan posturas regresivas. Finalmente creemos que los padres deben recibir asistencia para clarificar su actitud en la crisis de la vida misma para ayudarle a compartir sus dudas respecto a sus hijos y que los jóvenes puedan ser más hepáticos y compresivos con sus padres.
ROCCA GIRON DJHANYRA J.

EL AMOR Y LA ADOLESCENCIA

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La adolescencia es una etapa del desarrollo penosa de atravesar indemne, en sociedades grandes y complejas.
Es la edad en que sobreviene una transformación física que modifica el cuerpo en forma abrupta y no armónica; con cambios hormonales que generan tensiones, que dificultan la adaptación y generan conflictos emocionales.
La presencia de jóvenes del sexo opuesto, que hasta muy poco resultaban indiferentes y hasta grotescos, produce una sensación nueva y muy difícil de manejar que monopoliza todos los sentidos y no permite prestar atención a ninguna otra cosa.
El espejo comienza a ser el mayor enemigo porque refleja un esquema corporal que generalmente no se acepta porque se anhela otro, que se ha idealizado.
La no aceptación del propio cuerpo impide o posterga el proceso de la búsqueda de la identidad y del si mismo, que en algunos casos no se logra nunca.
Sin el reconocimiento de una identidad propia única e irrepetible una persona no puede desarrollarse, crecer ni madurar.
La atracción física no es suficiente para enamorarse. El enamoramiento abarca a la persona total, cómo es, cómo habla, cómo camina, qué dice, su nivel de seguridad y confianza en si misma, su capacidad de escuchar, de entender y de aceptarse tal cual es, sin miedo a no agradar a los demás.
En realidad las personas se enamoran de quienes les gustaría ser, a veces hasta de sus amigas o amigos del mismo sexo.
En este sentido no afecta la sexualidad normal porque se trata de un amor platónico, que la gran mayoría de las veces no se concreta sexualmente.
Es que para los adolescentes el amor romántico y la atracción sexual están disociados y unir estas dos instancias exige una maduración que muchas veces no se logra y es una causa de infidelidad en los matrimonios.
Esta brecha se profundiza cuando se habitúan a tener relaciones sexuales con parejas ocasionales, y por otro lado un novio o una novia para casarse.
El primer amor suele ser maravilloso y devastador. El sufrimiento y el placer que provoca atormentan y obnubilan, dejando escaso margen para hacer otra cosa.
Se pierde la noción del tiempo y la percepción se distorsiona porque sólo vemos lo que queremos ver, a una persona idealizada que en realidad no existe.
La fuerza de esta emoción nos deja expuestos, vulnerables y a merced de alguien casi desconocido, sin la capacidad para mantenerse entero.
Sin embargo, todos tenemos la capacidad de sobreponernos al primer amor, que marcará una etapa de nuestra vida que jamás se repetirá y que aunque deje una huella dulce y amarga a la vez, nos servirá para aprender a no disociar y poder amar humanamente a una persona total. 
 ROCCA GIRON DJHANYRA J.

viernes, 29 de abril de 2011

LA ADOLESCENCIA UNA ( ETAPA DIFICIL )

 

“La pubertad es un acto de la
naturaleza, la adolescencia es un
acto del ser humano”. Lo dijo Kant. Y
es que, más allá de la acción de las
hormonas, la adolescencia supone un
largo proceso a través del cual el niño
se convertirá en un ser humano
adulto y maduro. La adolescencia es
un largo camino que cada cual
recorre con un ritmo propio.
Durante este período, el adolescente
deberá cumplir con unas tareas
psicológicas que van a facilitar su
inserción en el mundo de los adultos.
Se trata de:
Adquirir independencia con respecto
a los padres.
Adoptar claves de emparejamiento y
estilo de vida.
Asignar una creciente importancia a
la imagen corporal, aceptando los
cambios que se van produciendo.
Establecer una identidad sexual,
vocacional y ética.
Podemos considerar tres etapas en el
camino hacia la madurez:
La adolescencia inicial (de los 12 a
los 14 años, aproximadamente)
La adolescencia media (de los 15 a
los 17 años)
La adolescencia tardía (de los 18 a
los 21 años o más).
No se trata de compartimentos
estancos. Son etapas que pueden
sobreponerse entre ellas, con
oscilaciones en progresión o en
retroceso, que es lo normal a esta
edad.
La adolescencia inicial es la etapa
que más sorprende a los padres.
Mientras el cuerpo se estira y se
transforma, aparecen unos cambios
importantes en la personalidad que
hasta entonces aparecía estable.
Disminuye el interés por las
actividades de los padres, mientras
se recela de sus consejos y críticas.
Son frecuentes las variaciones en el
estado de ánimo y en la conducta. Y,
coincidiendo con el inicio de la ESO,
puede aparecer una inflexión escolar.
La preocupación por el aspecto
corporal le puede llevar a
sentimientos de inseguridad ante su
aspecto y su atractivo, comparándose
con sus iguales. Aumenta el interés
por la anatomía y fisiología de los
órganos sexuales, y puede aparecer
ansiedad ante la primera
menstruación, la masturbación, las
poluciones nocturnas, o el tamaño de
los genitales. Del compañerismo se
pasa a la amistad. No debe
preocupar a los padres la elección de
un amigo único, aunque sea del
mismo sexo. Pero el proceso más
importante del cambio se va a dar en
los sentimientos internos que llevan al
adolescente a descubrir su propia
personalidad. Por ello, a menudo se
siente el centro de atracción, suele
soñar despierto, y pone a prueba la
autoridad de los padres. Los diarios
íntimos son la expresión de su
necesidad de una mayor intimidad y
la exageración de su situación
personal es una manifestación de su
elevado egocentrismo.


DAVID QUISPE GUANILO